Me difuminé …
Llegaste a mí siguiendo mi luz, mi vitalidad, esa mirada entre descarada e infantil. Llegaste a mí siguiendo un rastro nuevo y desconocido, sediento de chispas e ilusiones. Llegaste a mí y estalló la primavera en mi mirada.
Y un día, abrazada a las cortinas de una casa que no era nuestra, con los ojos cansados de tanto llorar, mirando el hueco vacío que habías dejado a mi lado, me sentí frágil y vulnerable.
Busqué respuestas entre las sábanas arrugadas, entre conversaciones y discusiones, en los últimos gritos y abrazos vacíos para encontrarla en un espejo oxidado. Mírate, me gritaba en susurros, mírate … se te apagó la vela, y se te marchitó la mirada.
Aceptar mi fragilidad me hizo fuerte. Lo justo para no volver a llegar hasta el punto de difuminarme del todo.
Piel de gallina. Estoy viviendo algo así...
ResponderEliminarLo echo tanto de menos...pero sé que lo he perdido para siempre...uf
Ánimo para ti también. Un abrazo
Buff, por suerte hablo en pasado … espero no volver a difuminarme (aprendí) … no lo hagas tú JAMÁS !!!!
EliminarGracias bonita por pasarte. Te mando un abrazo enorme !
Mi niña ... no hace falta que te diga nada, nada ... y todo! Gracias ...
ResponderEliminarNos lo decimos todo de muchas maneras. Sobre todo con abrazos. Muuuak
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo, también me "difuminé" no hace mucho, pero con el paso del tiempo conseguí reestructurar la paleta de colores y restablecer el orden en mi lienzo. Ahora los trazos son claros, marcados y coloridos. Me he prohibido difuminarme otra vez, aunque nunca se sabe, podría tropezar y cometer el error de mezclar los colores... Uffff, no quiero ni pensarlo
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