Another world
Todos mis paseos comienzan en silencio. Supongo que sí existen rituales en mi vida, aunque me empeñe en negarlos.
Trato de ubicarme en el espacio que recorro, integrarme en el entorno y sentirme parte de aquello que recorren mis pies y mi mirada.
Mirar con los ojos pequeñitos, entrecerrados, desenfocar y buscar un punto abstracto incluso. Todo vale. De alguna manera trato de memorizar y empaparme para luego ser capaz de revivirlo a mi antojo. Quizá esté, directamente, robando el momento.
y ¿por qué esa necesidad de hacerlo todo mío?
Me fascina ese otro mundo del que no soy dueña, ni siquiera inquilina. Tan solo me siento un paseante que invade. Un mundo, que si lo pasas de largo, con la vista en el horizonte y sin abrir bien los poros de la piel, se convierte en uno más ... pero ¡ay de ti, si consigues agacharte, tumbarte, mirar hacia arriba, abrazarlo y escucharlo ... ay entonces, es cuando descubres ese otro mundo que no es de nadie, que es tuyo y sólo tuyo y dura lo que dure tu andar!
Si, me estoy volviendo adicta a coleccionar otros mundos. Pequeños, menudos, invisibles a veces. Puzzles que encajan en mi forma caótica pero relajada de pasar por la vida.
Arboreto Luis Ceballos - Sierra de Guadarrama
Primavera
(... ...)
Absolutamente íntimo, y delicado
ResponderEliminarGracias ... justo así fue. ;-)
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