Falsas promesas
Qué importaba entonces todo eso, ¿verdad mi amor?. Conseguimos conservar un falso montón de sobres sellados a besos y atados con un cordel que son la prueba más falsa y bella de nuestro fingido amor.
Hasta esta tarde, cuando por fin encontré fuerzas para deshacer el nudo que las sostenía. Sólo hizo falta leer dos líneas para empezar a romper una a una aquellas pruebas de lo que ni siquiera quisiste que fuera. Puede que espere al invierno para calentar mi chimenea con palabras de tinta invisible. Si lo hago, prometo enviarte señales de humo.
(… …)
Uff genial relato....
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